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La industria pornografica mueve alrededor de 13 mil millones de dolares sólo en los Estados Unidos siendo una de las industrias más lucrativas que existen, esto gracias a la adicción de millones de personas que se vuelven dependientes de sus productos. La pornografía y la masturbación en creyentes sinceros y comprometidos es más común de lo que se piensa, muchos acuden a la oración, al ayuno y a otros medios para ser libres de este flagelo pero muchas veces terminan esclavizados de nuevo, es tanta la verguenza, que lo ocultan de su familia, sus líderes y amigos, creyendo que pueden lograrlo luchando solo en sus fuerzas, algunos se dan por vencidos y hacen de la pornografía un oculto estilo de vida ignorando las graves consecuencias de su conducta.
Existen estudios seculares que han resaltado las consecuencias negativas de la pornografía:
Los profesores Dolf Zillman de la Universidad de Indiana y Jennings Bryant de la Universidad de Houston encontraron que la exposición repetida a la pornografía tiene como resultado una satisfacción disminuida con la pareja, una disminución en la valoración de la fidelidad y un aumento mayor en la importancia del sexo sin compromiso.
Otro estudio realizado por el doctor Reo Christensen de la Universidad de Miami en Oxford, Ohio, encontró que la pornografía deja la impresión en los espectadores de que el sexo no tiene relación con la intimidad; que no está relacionado con el amor, el compromiso o el matrimonio; que formas extrañas del sexo dan la mayor satisfacción (como zoofilia) y que el sexo irresponsable no tiene consecuencias adversas.
Una serie de estudios efectuados por los doctores Elizabeth Oddone-Paolucci y Mark Genuis de la Fundación Nacional para la Investigación sobre la Familia y la Educación se observaron numerosos cambios en las percepciones con respecto a la sexualidad y la conducta sexual después de exponer repetidamente voluntarios a la pornografía (es decir, seis sesiones semanales de 1 hora). Estos incluyen la trivialización de la violación como una ofensa criminal, el aumento de la insensibilidad hacia la sexualidad femenina y el descontento con las relaciones sexuales.
En el creyente, la pornografía llevar a la masturbación, la fornicación, el adulterio y a todo desorden sexual, afectando su relación espiritual con Dios, produce culpabilidad además que impiden una buena relación con la pareja, aparentemente no hay nada peligroso en un poco de pornografía, pero la pornografía trabaja de igual forma que la droga, una pequeña dosis produce un deseo cada vez mas ferviente de una experiencia más fuerte, llevando a las personas que la prueban a una dependencia obsesiva.
La pregunta ser ¿Cómo ser libre?
lo primero es reconocer el problema y querer sinceramente romper con ese vicio, buscar el consejo o apoyo de un mentor espiritual no solo es útil sino necesario, entender que la pornografía es un pecado de lujuria que ofende a Dios nos debe llevar a una actitud de genuino y sincero arrepentimiento.
lo segundo es romper con toda fuente de pornografía, a veces es necesario sacar la televisión del cuarto, quemar revistas o videos ofensivos, una de las fuentes más extendidas de la pornografía esta en el internet en un lugar publico y si es posible instalar programas que impiden visitar paginas pornograficas. La Biblia enseña sobre la diferencia de un enemigo subyugado a un enemigo erradicado, en el tiempo de Sansón y los jueces se dominaba al enemigo por un tiempo pero despúes, éste se fortalecía de nuevo y esclavizaba al pueblo de Israel, si no se es radical en enfrentar al enemigo éste se fortalecerá y lo esclavizará a usted, recuerde que su principal organo sexual es su propia mente, todo empieza con imagenes que llenan su mente de deseos lujuriosos, bloquear esos pensamientos es la manera más eficaz de vencer la tentación sexual a ver pornografía.
Por otra parte es necesario llenar la mente con imagenes, audios y textos que remplacen los pensamientos contaminados por la pornografía, es muy útil escuchar la biblia en audio, ver peliculas de contenido espiritual y por supuesto leer la palabra de Dios como fuente de limpieza para nuestra vida, recuérde que el deseo de ver pornografía le atacará sin misericordía, la única manera en que Jesús nos enseño a vencer la tentación es estando preparados y confesando la palabra, cambiando pensamientos lujuriosos por pensamientos puros.
Conozco de un curso muy util para aquellos que sinceramente desean empezar su proceso de liberación de la pornografía en éste link
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